Uruguay
Infinidad de veces se ha dicho con legitimidad que el progresismo avanza
y encauza una larga transición al socialismo, o se detiene, languidece y muere.
Como el equilibrista del circo que se ha lanzado a caminar sobre la cuerda
tendida en el aire, no puede detenerse ni retroceder porque se precipita. A los
gobiernos y regímenes progresistas les sucede igual.