Rosario
Comandante:
¡continuamos tu legado y seguimos construyendo con tu ejemplo!
El pueblo se junta a homenajearte para levantar y reafirmar las banderas de
Paz en el mundo y unidad de los pueblos.
La única salida a la crisis que encuentra Estados Unidos parece ser la guerra, que le permite desarrollar su industria militar y, por tanto, enriquecerse. Así lo hizo en Irak en el 2001 y así desea hacerlo ahora en Siria. Busca justificar la guerra a través de la mentira, planteando la existencia de armas químicas en esos pueblos para arrasar con el país entero, hundirlo en el dolor y la muerte. Se trata de una guerra invisibilizada: mientras mueren cientos de civiles inocentes, mujeres, hombres, niños y ancianos, los medios de comunicación callan y borran de la historia este genocidio.
La única fuerza capaz de frenar la guerra imperialista que está llevando
adelante Estados Unidos es la unidad del pueblo, sólo el pueblo unido
diciendo No a la guerra en Siria podrá impedirla.
De este intervencionismo, nuestra América no es la excepción. El constante
hostigamiento a los pueblos y gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia,
Nicaragua y Ecuador; el abierto y explícito apoyo a los golpes de Estado en
Honduras y Paraguay; la militarización del conflicto sociopolítico en
Colombia; son ejemplo de la continua e interesada política del imperio más
militarista del que tenga memoria la humanidad. Violando el derecho a la
autodeterminación de los pueblos, es un constante peligro para el desarrollo
de los pueblos en libertad y paz.
Con este panorama el pensamiento del Che Guevara muestra más que nunca su vigencia cuando se dirigía a los pueblos del mundo:
“Todo parece indicar que la paz está otra vez en peligro de romperse ante cualquier paso irreversible e inaceptable, dado por los norteamericanos.
Y, a nosotros, explotados del mundo, ¿cuál es el papel que nos corresponde? ¿Cuál será nuestra tarea? Liberarnos a cualquier precio.
(…) El imperialismo es un sistema mundial y hay que batirlo en una gran confrontación mundial. La participación que nos toca a nosotros, los explotados y atrasados del mundo, es la de eliminar las bases de sustentación del imperialismo: nuestros pueblos oprimidos, de donde extraen capitales, materias primas, técnicos y obreros baratos y a donde exportan nuevos capitales - instrumentos de dominación-, armas y toda clase de artículos, sumiéndonos en una dependencia absoluta.
(…) Y si todos fuéramos capaces de unirnos, para que nuestros golpes fueran
más sólidos y certeros, para que la ayuda de todo tipo a los pueblos en lucha
fuera aún más efectiva, ¡qué grande sería el futuro, y qué cercano!
(…) Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un
clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica.”
Attac, ATE, Amsafé, CTA, Casa de
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